sábado, 26 de mayo de 2018

Aldo y los trillizos

En inglés nos hicieron jugar a un juego (sí, era un juego) que consistía en inventar un personaje y una historia pero siguiendo las indicaciones de unas tarjetas elegidas al azar. "stay-at-home-parent", por ejemplo, que significa "amx de casa" o algo así. Mi personaje se llamaba Aldo, tenía tres bebés recién nacidos y su esposa había muerto en un accidente de auto mientras él manejaba ("bad driver"). Ella era rica y por eso Aldo cobraba un seguro de vida que le alcanzaba para vivir y costear los gastos de los trillizos. Pero odiaba su vida. Además cuidaba a los bebés de los vecinos porque una de las tarjetas decía que era una persona que siempre decía yes a todo. Resulta que Aldo estaba escribiendo un guion que sería después una película sobre su trágica vida. 
El problema fue cuando plantee la idea de que Aldo abandonara a los bebés. ¿Cómo se me podía ocurrir una cosa así? Es que si no tienen un poco de oscuridad los personajes, no sirven, son como cualquiera de nosotros. Tengo una idea medio romántica de la literatura... demasiado Pink Floyd durante mi adolescencia... mucho Pizarnik ¿Por qué nadie te suministra esas dosis cuando sos pibx? Demasiado punk, demasiado Lautreamont. Hasta me reivindicaba anarquista. Y ojalá salte todo por los aires, pronto. Porque un poco de toda esa oscuridad fingida e ingenua todavía pervive en mí.

2 comentarios:

  1. Hola, te escribo por acá para decirte que estuve leyendo tu libro "El tamaño de mis miedos". Me pareció algo así como un oxímoron, frágil pero fuerte.
    Y nada... me resultó divertido ver que vos también, "aún", administras un blog.

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    1. Hola! Recién leo esto. Gracias por leerme. Y aguanten los blogs <3

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