jueves, 11 de diciembre de 2014

Cena del trabajo

Mañana es la cena del trabajo. Pero yo al día siguiente a las nueve de la mañana rindo un examen de inglés. No es difícil ni tampoco define tanto en mi vida pero no por eso es menos importante. Quiero ir a la cena pero si voy voy a tener culpa o voy a tener que irme temprano. Éstas cosas sólo me pasan a mí. Qué suerte de mierda que tengo. Seguramente haya en el mundo una extraña fuerza en mi contra que no me deja disfrutar o vivir cualquier tipo de cosa que no implique estudiar, leer, pensar. ¿Dije pensar? Bueno, no era para tanto. Pensar, pensar, hace mucho que no pienso. Creo.

Mi vida es así: un poco de obligaciones, un poco de culpa. Todo el tiempo. Cumplir o culparme. Si hago no hago suficiente, si no hago soy un parásito, Para mis compañeros de trabajo debo ser insoportable, siempre poniendo la misma excusa para todo "tengo que estudiar", "tengo que ir a la facultad". Hasta yo me aburro. Me harto de mí misma, ahora mismo estoy agotada. Lo absurdo de mis problemas hace que los demás se aburran. A veces piensan que miento, que es imposible decir siempre lo mismo, en el fondo pensaran que no tengo ganas de hacer nada o que me caen mal. Yo pensaría eso. Pero yo soy una paranoica que lo único que tiene son inseguridades, ni personalidad ni inteligencia ni nada de todo lo que siempre defiendo tener. Insegura. Mis amigas viajan, duermen hasta tarde, mi mamá me dice "Es un esfuerzo que dará sus frutos", mi papá "tenes que irte afuera". Me voy a ir a afuera a tratarme esta enfermedad de mi misma y aprender a decir que no, a no tomar más obligaciones para justificar mi existencia. ¿Seré adicta? Adicta a pensar en cualquier cosa que me haga mal. A hostigarme con mis pensamientos. Soy como un jefe que el viernes a última hora cuando el empleado se está yendo a descansar le da trabajo y más trabajo para que se quede más tiempo o se lo lleve a su casa y se estrese ahí mirando todo lo que tiene para hacer. Soy mi propio jefe. Un jefe de mierda. Que encima no entiende ni cómo serlo. Si tuviera autoestima verdadera dejaría de lastimarme, saldría a hacer ejercicio, rendiría todos los examen que me restan para ser feliz. ¿Cómo hago para entender que si sigo así voy a seguir siempre así? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario