Este
año dejo de fumar, como sea
lo escribí en mi cuaderno
con letras gigantes
con letras gigantes
se lo dije a todo el mundo.
Algunas personas me felicitaron,
otras creen que soy joven y todavía
puedo autodestruirme.
Hasta los treinta y cinco, ponele.
Parece que hay una vida que vivís en
serio
y otra que es de prueba.
En la de mentira, vas con la cabeza afuera de la ventanilla del auto
cantando una canción, poseída por la
velocidad
podés ver cómo las cosas
se alejan y desaparecen
te gusta, sabés que no va a venir nada
mejor.
Entonces, alquilás un dos ambientes con
goteras
en un barrio más o menos
buscás trabajo de cualquier cosa
ahorrás lo que podés, vivís lo que
podés
tenés el celular prepago
te tirás en el sillón que compraste por
mercado libre
a comer maní y a fumar
porque fumar siempre fue
la pequeña rebeldía de una chica obediente.
la pequeña rebeldía de una chica obediente.
A veces, mirás televisión para sentir
que sos parte de algo.
Sabés que Elvis Presley coleccionaba
objetos nazis
o que hacía la dieta del sueño:
dormía para no comer.
dormía para no comer.
Tu viejo ya va por la novia número ocho
pero esta es mejor que la que vendía
ropa por internet,
es cantante y su casa parece una
iglesia abandonada.
Tu hermana empezó otra carrera,
la tía Pichona no reconoce a nadie de
la familia
se queja de que sus amigas no van más a
visitarla
tenés que decirle que ya se murieron todas.
En una libreta anota los nombres de la
gente
que la llama por teléfono.
que la llama por teléfono.
Tus amigos dicen que la poligamia es
el futuro
Belén dice que Nueva Zelanda es el
futuro
un hombre desconocido dice que la
pobreza es el futuro
Flavia dice que el futuro es la poesía
tu mamá te dice no hay futuro.
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