miércoles, 20 de febrero de 2019

Este año dejo de fumar


Este año dejo de fumar, como sea
lo escribí en mi cuaderno 
con letras gigantes
se lo dije a todo el mundo.
Algunas personas me felicitaron,
otras creen que soy joven y todavía puedo autodestruirme.
Hasta los treinta y cinco, ponele.
Parece que hay una vida que vivís en serio
y otra que es de prueba.

En la de mentira, vas con la cabeza afuera de la ventanilla del auto
cantando una canción, poseída por la velocidad
podés ver cómo las cosas
se alejan y desaparecen
te gusta, sabés que no va a venir nada mejor.
Entonces, alquilás un dos ambientes con goteras
en un barrio más o menos
buscás trabajo de cualquier cosa
ahorrás lo que podés, vivís lo que podés
tenés el celular prepago
te tirás en el sillón que compraste por mercado libre
a comer maní y a fumar
porque fumar siempre fue 
la pequeña rebeldía de una chica obediente.
A veces, mirás televisión para sentir que sos parte de algo.
Sabés que Elvis Presley coleccionaba objetos nazis
o que hacía la dieta del sueño:
dormía para no comer.

Tu viejo ya va por la novia número ocho
pero esta es mejor que la que vendía ropa por internet, 
es cantante y su casa parece una iglesia abandonada.
Tu hermana empezó otra carrera,
la tía Pichona no reconoce a nadie de la familia
se queja de que sus amigas no van más a visitarla
tenés que decirle que ya se murieron todas.
En una libreta anota los nombres de la gente 
que la llama por teléfono.

Tus amigos dicen que la poligamia es el futuro
Belén dice que Nueva Zelanda es el futuro
un hombre desconocido dice que la pobreza es el futuro
Flavia dice que el futuro es la poesía
tu mamá te dice no hay futuro.

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