Se metió una paloma por la
ventana
abrí la puerta
escuché ruidos de aleteo
de desesperación.
Es lo más loco que me pasa en
mucho tiempo.
Que no se muera acá, pienso
y hay gotitas de sangre en el
piso,
las dos estamos inmovilizadas
todo está abierto
pero no hay aire.
La paloma me apunta
directo al cuello.
Camino por mi casa como si
fuera la primera vez
a medida que prendo una luz,
apago la anterior
suave.
Pensé que eras un murciélago
pensé que ibas a morderme, a
contagiarme rabia
pensé que traías veneno
pensé mal
siempre pienso mal.
Me rompió el libro que compré
porque tenía olor a alguien
que se murió hace poco.
La persigo
la persigo
y la persigo
pero no tengo suerte.
Pregunto en algunos grupos de
whatsapp
cómo sacar un ave de mi casa
cómo hago para que vuele
lejos
y lo único que me mandan son
chistes
chistes
y más chistes.
La linyera de mi pobre
angelito
que vivía en una plaza
su única familia eran un par
de palomas
Andrés Calamaro y su canción
de fogón nostálgico
mi vida fuimos a volar
con un solo paracaídas.
Yo insisto
¿por qué cuando querés
atrapar algo, se te escapa?
¿por qué lo salvaje subsiste,
resiste
a todo?
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