miércoles, 1 de abril de 2015

Dormir sola

Dormir sola no es en sí mismo algo malo pero es muy distinto si es por elección, por accidente o por castigo. Anoche dormí sola por accidente; mi novio fue a lo de su hermana a comer y se quedó ahí porque nadie le iba a bajar a abrir (viven en un piso trece, creo). Lo extrañaba. Dormir sola era diferente, como anormal. No era mi rutina. Lo extrañé. Tenía más frío, porque es cierto que hace más frío si uno duerme solo.  Sus movimientos, su alergía a mitad de la noche, que se despierte antes que yo y se vaya a trabajar. Hace tres años que dormimos juntos casi todas las noches. Me torno nostálgica si no está, no me duermo, doy vueltas y vueltas y vueltas. Los ruidos me dan miedo, empiezo a pensar cosas feas y finalmente, lo admito, necesito al hombre al lado para sentirme protegida. Cualquiera, pienso al ratito. Soy una boluda. Cómo voy a decir eso. Entonces me acuerdo de cuando vivía sola, los primeros meses en mi antiguo departamento, un colchón en el piso. No tenía computadora ni televisión. Llamaba a cualquiera para que me hiciera compañía y cuando todas las respuestas eran "no puedo", desesperaba.Y lloraba. Pero no estaba nada mal, era mi normalidad. Pensaba mucho, tenía ideas que ya no tengo, escuchaba las conversaciones de las personas que caminan a la noche o las bocinas de los autos. Escuchaba música y me dormía. O lo que era mejor: leía. Ya no leo, no escucho música ni llamo a mis amigos para que vengan a dormir a mi casa. Un abrazo de mi novio -ni siquiera-, su presencia al momento de dormir, es la tranquilidad para alcanzar el sueño más profundo.
Dormir sola por elección o por accidente no está mal. Tenes el lugar de la cama que querés, sabés que al otro día él vuelve y todo está como antes. Ahora, dormir sola porque nadie quiere dormir con vos, eso es terrible. Mi mamá recién separada deambulaba por toda la casa hasta la madrugada comiendose todo lo que quedaba en la heladera. Fumaba un atado de cigarrillos en apenas un rato. Para no dormir sola, claro. La cama, el lugar más hermoso de la casa, era su peor enemiga. Le recordaba que estaba divorciada, otra vez, y sus hijas ya eran grandes para meterlas en la cama y abrazarlas como bebés. Y sí, ya éramos lo suficientemente adultas para darnos cuenta que su miedo era de estar sola. Lo que no consigo distinguir es si una tiene miedo de quedarse sola o de quedarse sin un hombre. Yo no tengo problema en admitir que los hombres me dan seguridad. Cuando tocan el timbre a las cuatro de la mañana porque le quisieron robar el auto a tu vecino, él se levanta, prende las luces, atiende, dice "yo voy" y va a la puerta. Pero, ¿es más cómodo dormir con alguien o dormir solo?
Cuando mi novio viaja a La Plata uso toda la cama para mí, miro televisión hasta cualquier hora, hablo por teléfono, me siento más libre. La cama es más cómoda. ¿Por qué si es tan lindo dormir abrazado con alguien al otro día nos levantamos acalambrados y doloridos? Sacame el brazo, me aplastas el pelo, me pinchaste, correte, dame sábana. ¿Por qué tantas aclaraciones para poder dormir? Cada uno necesita encontrar un lugar en la cama, como si fuera un rompecabezas y las piezas tienen que encastrar perfecto. Eso pasa, a veces. Pero no es casualidad que cuando más cómodo se vuelve dormir con alguien más ganas tenemos de dormir con otras personas. En mi caso tengo más ganas de dormir sola. Me asusta la dependencia que tengo con los hombres. La inseguridad y el miedo que tengo cuando es de noche y estoy sola. A veces veo figuras en las cosas o en las sombras de las cosas. Pienso por dónde podría entrar alguien y por dónde escapar yo si eso pasa. Me acostumbré a que somos dos y eso nos hace más fuertes a cada uno. No sé si es verdad o no, acostumbrarse nunca está bien. Olvidamos cómo era dormir solos, dormir con desconocidos, dormir en otras camas. Después estar solo cuesta más y hay que aprender todo de nuevo, como le pasó a mi mamá. Somos como paralíticos del amor. Sin piernas ni nadie que nos lleve. Pero es seguir o morir en el intento. Mi suegra hace casi cuarenta años que está casada. Nunca los vi darse un beso ni un gesto de amor y no exagero. Mi novio me dice que él tampoco y comprueba mi teoría: acostumbrarse es malo. Se mudaron nada más que dos veces de casa. Varias veces dijeron que se divorciaban y a la semana volvían. Mi otra teoría es que nunca van a separarse. No le digo esto a mi novio pero descreo en algún punto de que después de tantos años, cada uno pueda estar, dormir, solo. Dormir es importante. Dormir bien, digo. Sino no servimos. Trabajamos mal, queremos mal, estamos de mal humor, damos lástima. Mis suegros parece que lo único que hacen es dormir bien juntos. No sé si se quieren, si lo hacen, lo hacen en un modo extrañísimo, pero por alguna razón siguen juntos. Sus hijos se fueron casi todos de la casa, problemas económicos, no tienen. Yo pienso que duermen bien juntos. Además aparece el problema de quién se lleva la cama. ¿De quién es la cama? Las camas son de los que duermen ahí. Hay que venderla y vender el problema a otra pareja. Empezar de nuevo. Comprar otra cama. Pensar bien con quién vamos a compartirla o si esta vez no es mejor aprender a dormir solo, hacernos adultos, de una vez y para siempre.

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